Prólogo
Una voz femenina clara y articulada le habló.
Esto no era un videojuego. Tampoco era un sueño.
La voz le hablaba, solo en su cabeza. Además de eso, una pantalla de búsqueda informativa flotaba frente a él, esperando su acceso.
Con un corazón pesado, abrió la búsqueda y leyó su contenido.
* Advertencia: el incumplimiento de la Quest diaria resultará en niveles apropiados de castigo.
Maldijo mientras comprobaba su contenido.
“Maldita sea, ¿cuántos días han sido?”
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